Buenos días.
Está mal que lo diga, sobre todo porque no soy la experta en panes de este blog, pero la verdad es que la receta que os traigo hoy es de esas que hay que hacer porque estos bollitos son una auténtica delicia.
Tengo una relación amor-odio con el tema de hacer pan. Quizás porque nunca he sido una persona «panera» y de hecho en mi casa se compra en contadas ocasiones. Me da una pereza tremenda preparar pan. El mundo de la masa madre me resulta igual de complicado de estudiar que el de la astrofísica y para colmo no me gustan nada los panes con corteza. Con este panorama, es una suerte que Natalia en cambio adore elaborarlos y se le dé tan bien, algo que podéis comprobar fácilmente en la categoría de panes de este blog.
En cambio me chifla preparar bollitos, panecillos pequeños, tiernos, sin corteza, dulces o salados, listos para rellenar con cualquiera de nuestros ingredientes. Esos sí que me gustan y los hago con cierta frecuencia. El de hoy es uno de ellos.
Bollitosde crema y pimienta
Ingredientes
- 250 gramos de harina de todo uso
- 2 cucharadas (tbsp) de azúcar blanquilla
- 1 sobrecillo de levadura seca de pan
- 1 cucharadita (tsp) de sal
- ½ cucharadita (tsp) de pimienta negra molida
- 200 gramos de crema fresca
- 60 ml de agua
- 30 gramos de mantequilla
- 1 huevo L
Elaboración
- En un bol mezclamos bien 100 gramos de harina, el azúcar, la levadura la sal y la pimienta. Reservamos.
- En un cazo ponemos la crema fresca, el agua y la mantequilla y fundimos a fuego medio sin dejar que hierva. Cuando esté muy templado, retiramos del calor.
- Añadimos la mezcla anterior a la del paso 1 y en nuestro robot de cocina, a velocidad media, mezclamos bien.
- Cuando tengamos una masa homogénea añadimos el huevo y el resto de la harina e integramos hasta terminar de obtener nuestra masa
- Engrasamos un molde de cupcakes y en cada cavidad ponemos unas dos cucharadas de nuestra masa. Si no tenemos bandeja de cupcakes también podemos poner la masa directamente sobre la bandeja del horno forrada con papel de hornear o silpat. En mi caso he utilizado una bandeja de cupcakes tamaño jumbo.
- Tapamos con un paño y dejamos reposar una hora o algo más hasta que doblen su tamaño.
- Precalentamos el horno a 200ºC y cuando hayan doblado volumen horneamos unos 15-18 minutos o hasta que estén dorados.
El resultado son unos bollitos de pan súper tiernos y jugosos, con una miga de lujo, y son perfectos para tomar con queso.
Nos vemos el viernes.
Gloria y Natalia.