Dip de requesón, parmesano y cebollino

Buenos dias.

Un miércoles más con vosotros fieles a nuestra cita. Este fin de semana me preguntaron que cómo era posible que ninguna de las dos rebanadas coincidiéramos en propuestas, bien de sandwiches o de untables después de casi ya dos años de presencia continua en este universo paralelo. La respuesta es fácil, la inspiración y la imaginación son inagotables. Pinterest es clave en nuestras vidas blogueras, y últimamente Instagram también. Y junto a esas dos redes que te proporcionan interminables imágenes cuyas recetas quieres probar, estáis vosotros, enviándonos recetas que veis y que os recuerdan al contenido de este blog.

Esas recetas con preferencia sobre el resto también forman parte de nuestro calendario, ese que solemos tener listo con seis meses de antelación y que va y viene vía email de Oviedo a Badajoz y viceversa durante una semana hasta que por fin «se cierra» con la programación semestral a publicar. Somos así de terriblemente organizadas, qué le vamos hacer.

¿Y qué receta nos dice ese calendario fantástico que toca hoy? Pues hoy toca contar. Sí, vamos a empezar contando. Hasta tres. Y es que tres son los únicos ingredientes que tiene la receta con la que le ponemos salsa al miércoles. Si en entre todas las recetas de este blog hay una que podamos preparar en dos minutos de reloj, la tenéis a partir de hoy a vuestro alcance. Sólo tres ingredientes, mezclar y listo. Y no os cuento como está en una ensalada de pasta fría, o sobre una rebanada de un buen pan tostado y untado con aceite. No, mejor eso os lo dejo a vosotros, que lo comprobéis y nos lo contéis porque sería de locos no comprar hoy mismo lo necesario para preparar este aperitivo fantástico.