¿Quién no ha probado el Hummus alguna vez? Lo que comenzó siendo un desayuno para los trabajadores del campo, posiblemente sea uno de los platos de Oriente Medio más versionado y que más éxito ha tenido a lo largo y ancho de los cinco continentes. Forma parte de las cartas de muchos restaurantes e incluso ahora es posible encontrarlo en el supermercado listo para llevar, aunque os diré que esta última opción no es una recomendación que os hagamos desde 2 Bread Slices. El hummus es tan sencillo y rápido de preparar, que es un plato que os obligamos a hacer vosotros mismos.
Casi todos los países de Oriente Medio se disputan la paternidad de este plato. Líbano, Israel, Palestina… Todos se consideran los creadores del mismo. En Israel el cultivo de garbanzos es uno de los más importantes y se dice que en los primeros textos hebreos ya se mencionaban las palabras hamitz o himtza para referirse a los garbanzos, y que podrían haber dado el nombre al plato tal y como lo conocemos hoy en día. Sin embargo, nadie se pone de acuerdo, porque algunos historiadores sitúan su origen en Siria e incluso en el antiguo Egipto.
Recetas de hummus hay muchas, pero todas, sea cual sea su origen, comparten tres ingredientes principales: garbanzos cocidos, pasta tahini y aceite de oliva. Dependiendo de la región en la que se elabora se le pueden añadir cilantro, comino o pimentón. Hoy en día también es posible encontrar recetas en las que se añade aguacate, remolacha… También existe una versión hecha con berenjenas conocida como Baba Ganoush y que si nunca habéis probado os recomiendo que lo hagáis en cuanto tengáis la oportunidad, porque es una auténtica delicia.
Ingredientes:
- 400 gr de garbanzos cocidos
- 2 cucharadas soperas de pasta tahini
- 1 diente de ajo pequeño machacado
- zumo de 1 limón mediano
- 4-5 cucharadas de Aceite de Oliva
- perejil fresco (con generosidad)
- sal
- semillas de sésamo, aceite de oliva y perejil para decorar
Elaboración:
- Siempre tengo en casa un tarro de garbanzos cocidos. Están muy ricos y nos facilitan el trabajo. Lo que hago es lavarlos con agua fría y escurrirlos bien.
- Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora, robot de cocina o cualquier otro instrumento que os facilite la vida. Trituramos hasta que tengamos una pasta. Podemos añadir un poco más de aceite o incluso de pasta tahini dependiendo de la intensidad del sabor o de la textura que queramos darle.
- Rociamos con aceite de oliva, y repartimos semillas de sésamo y perejil.
No sé cuál será su verdadero origen, pero lo que si sé es que es uno de mis aperitivos favoritos, y he descubierto que es una crema perfecta para incluir en nuestros sandwiches. Combina a la perfección con todo tipo de verduras, asadas o crudas, e incluso con un buen queso curado.
Nos vemos de nuevo el miércoles.
Natalia.
Me la apunto!
A mi marido le encanta añadiendole comino!!
Gracias Gloria, ya verás qué rico queda.