Otro miércoles más donde no os traemos salsa, sino unos panecillos. Y para vuestro terror, soy yo la que se encarga de la receta hoy. Ya sabéis que la maestra panadera de este blog es Natalia y que yo soy una mera enreda en estas cuestiones a quien, de vez en cuando le apetece compartir alguna receta de panecillos sin complicación, como es el caso que hoy nos ocupa.
Son fáciles y con mucho sabor, y que podéis tomar como hice yo (a unos 117 gramos por panecillo) unos recién salidos del horno con mantequilla o tostados con mantequilla y queso. Y estoy segura de que cuando los hagáis y los probéis las combinaciones que se os ocurrirán serán todas estupendas. Y querremos saberlas, porque esta es de las recetas que se repiten.
Ingredientes
- ½ taza (cup) de agua
- 1/taza (cup) de leche
- 1 sobre de levadura de panadería
- 1 ⅓ cucharaditas (tsp) plus de azúcar
- 2 huevos
- 1 ½ cucharaditas (tsp) de sal
- 85 gramos de mantequilla derretida y templada
- 2 ½ cucharaditas (tsp) de romero picado
- 1 taza (cup) de batata cocida
- Entre 4 y 5 tazas (cups) de harina de todo uso
Elaboración
- Calentamos el agua y la leche ligeramente, sin que llegue a hervir, que temple. Retiramos del calor y añadimos la cucharadita de azúcar y el sobre de levadura de panadería. Removemos bien y dejamos reposar unos cinco minutos.
- En nuestro procesador de alimentos y con el accesorio de amasar, añadimos en el bol el resto de ingredientes de la receta y mezclamos bien hasta que todos estén combinados. Entonces añadimos la mezcla de agua, leche y levadura hasta conseguir una masa lisa, que se despegue de las paredes del bol aunque se pegue un poco a la base. No nos importa.
- Sacamos la masa del bol y la amasamos a mano un poco dándole forma de una bola que pondremos en un cuenco previamente engrasado donde la dejaremos reposar hasta que doble su tamaño.
- Una vez que haya doblado su volumen, formamos nuestros panecillos y los ponemos sobre un molde de horno engrasado y los dejamos reposar al menos una hora.
- En el horno precalentado a 180ºC horneamos durante 25-30 minutos hasta que nuestros panecillos estén dorados.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Podemos tomarlos tal cual salen del horno, fríos, sin más, o darles un «barniz» con unos 50 gramos de mantequilla derretida mezclados con dos cucharadas de miel antes de que se enfríen. Espolvoreamos con un poco de escamas de sal y listos. Sin más. Probadlos, y contadnos.
Gloria y Natalia