Si nos preguntaran acerca de un ingrediente común a la inmensa mayoría de los sandwiches que hemos tomado en nuestra infancia la respuesta sería obvia: mantequilla. Con jamón York, con queso, con onzas de chocolate, con mortadela, con salchichón… incluso ese clásico que consistía solo en untar el pan con mantequilla y añadirle azúcar… ¿Os acordáis?.
Pues bien, como todo evoluciona y en este blog no nos conformamos con lo evidente, hoy os traemos tres tipos de mantequilla que podéis elaborar de manera súper sencilla en casa y que os servirán de inspiración para, sobre un buen pan, ir añadiendo otros ingredientes que combinen y elaborar unos fantásticos sandwiches. Como siempre, utilizad una buena mantequilla. No escatiméis en la calidad.
Además, podemos también prepararlas y utilizarlas como regalo. Sí, sólo es cuestión de darles forma cuando estén ligeramente refrigeradas y sean medianamente moldeables. Con la ayuda de un papel film e incluso papel de horno podemos hacer cilindros que dejaremos enfriar por completo para luego envolver con algo de imaginación y llevar por ejemplo a una cena, en lugar del consabido postre o botella de vino.
¿Qué necesitamos para preparar estas ricuras? Vamos a verlo.
Ingredientes
Mantequilla de queso de cabra y tomillo
- 100 gramos de mantequilla
- 50 gramos de queso de cabra
- Tomillo seco
Mantequilla «al pesto»
- 100 gramos de mantequilla
- ½ diente de ajo muy picado
- Un par de hojas de albahaca muy picadas
- Nueces muy picadas
Mantequilla de canela y miel
- 100 gramos de mantequilla
- Una buena cucharada (tbsp) de miel
- Una cucharada (tbsp) de azúcar glas
- ½ cucharadita (tsp) de canela
Elaboración
- Batimos los 300 gramos de mantequilla (que ha de estar en punto pomada) con la pala de nuestro robot o simplemente con una cuchara hasta convertirlos en una crema con consistencia.
- Separamos porciones de 100 gramos (3).
- Para la de queso de cabra y tomillo trituramos primero el trocito de queso de cabra con un tenedor y lo añadimos a la mantequilla junto con el tomillo. Mezclamos todo bien hasta integrar por completo los tres ingredientes.
- Para la mantequilla «al pesto» y para la de canela y miel, simplemente mezclamos en un bol sus ingredientes respectivos hasta integrar.
- Llevamos los tres tipos de mantequilla al frigorífico y dejamos enfriar hasta que cojan temperatura.
- Podemos utilizarlos como os he dicho antes no solo para untarlas en pan sino para, por ejemplo, rehogar unas patatas hervidas (menos la de canela, obviamente) o regalarlas bien empaquetadas en un papel bonito o dentro de un recipiente de cristal que nos guste.
Y con esta idea os dejamos hasta el viernes próximo donde tendremos de nuevo lo que mejor sabemos hacer: un sandwich.
Gloria.
Buenísima y práctica idea… y lo de regalar es una opción preciosa además de bonita y saludable. Me ha encantado vuestra propuesta, Gloria. Un besito chicas.