¡Buenos días! Creo que no hay mejor manera de acabar la semana ni de empezarla que con Natalia y conmigo. Y hoy viernes, para variar un poco no os traigo un sandwich sino una salsa, crema, o esa traducción imposible que me gusta tan poco: untable. ¿Y de qué es? Pues básicamente de un ingrediente verde, que es el que le da la gracia. Mi querido amigo el cilantro. Imagino que por vivir en ciudad fronteriza y en una familia con mucha influencia (y genética) portuguesa, el cilantro ha estado siempre presente en la cocina de mi madre en multitud de platos y siempre me ha encantado.

Del cilantro podemos consumir sus frutos o sus hojas, que es como más acostumbrados estamos a él. Los frutos del cilantro se usan generalmente secos. Despiden un aroma cítrico cuando se los muele o aplasta. Se usan para condimentar y son indispensables en la cocina india, en preparaciones como el curry. También son un ingrediente básico de algunas cervezas belgas, de salchichas alemanas y sudafricanas, y del pan de centeno tanto en Rusia como en otros países centroeuropeos. Y se añaden molidos como aromático al café en el Medio Oriente. Pero como os decía, nosotros solemos utilizar en nuestras recetas sus hojas, el ejemplo más claro es el guacamole, o la salsa verde, que si sólo preparáis con perejil, ya va siendo hora de que hagáis un cambio y probéis a elaborarla con cilantro. No os podéis imaginar cómo le va a un pescado al horno. Por si no lo sabíais, el cilantro fresco nunca se cocina porque el calor destruye totalmente su aroma y sabor. Debe conservarse en el frigorífico dentro de envases herméticos, procurando consumirlo en pocos días, ya que se marchita rápidamente. Y no debe secarse ni congelarse porque pierde el aroma y eso es lo último que nos interesa.

Vámonos ya a la cocina a preparar nuestra crema de cilantro. ¡Con mucho, mucho cilantro!

Ingredientes

• Un buen manojo de cilantro
• 2 dientes de ajos medianos
• El zumo de un limón
• 4 cucharadas (tbsp) de un buen aceite de oliva
• 2 cucharadas (tbsp) de vinagre de vino blanco
• 100 gramos de nueces (yo he utilizado Nueces de California)
• 225 gramos de queso en crema
• 1 cucharada (tbsp) de agua

Elaboración

1. Ponemos todos los ingredientes en nuestro robot de cocina o en el vaso de la batidora excepto el aceite de oliva y trituramos bien hasta obtener una crema de textura homogénea.
2. Con una espátula recogemos lo que se haya quedado pegado a las paredes del robot o del vaso de la batidora e incorporamos batiendo unos segundos más.
3. Vamos incorporando el aceite en un hilo mientras seguimos batiendo hasta obtener la textura que más nos guste.
4. Servimos con verduras crudas, con panecillos crujientes, o lo utilizaremos para elaborar un sandwich, como el que os enseñaremos dentro de algunas semanas.

Buen fin de semana. Volvemos el lunes.

Gloria.