La pregunta que os voy a hacer estoy segura que se contesta afirmativamente en un 95% de los casos. ¿Tenéis patatas fritas en vuestra despensa? Si estáis en el 5% que me va a contestar en negativo, sé que es cuestión de que terminéis de leer esta entrada para que salgáis pitando por la puerta a comprar una bolsa en la tienda que tengáis más cercana. Si como imagino, habéis respondido que sí, que tenéis patatas, ya habremos solucionado parte de la receta de hoy. No es que las patatas fritas sean ingrediente de nuestra pasta, sino que después de muchas y variadas pruebas he decidido que como más me gusta tomarlo es así, con patatas fritas, a ser posible de las «rizadas» (así no doy el nombre de esas en las que todos estamos pensando 😉 ).
¿Y qué tiene de especial nuestra receta de hoy? Pues no sólo que con ella le ponemos «salsa» al miércoles como suele ser costumbre, sino que tiene un color que alegra cualquier mesa, y que contribuye a que aquellos que estáis cual croqueta en playas o piscinas vuelta y vuelta al sol, consigáis que vuestro moreno sea aún más estupendo. Y es que cuando la zanahoria es la protagonista, todo tiene otro color.
No tenemos muchas recetas en el blog donde la zanahoria sea la estrella, así que ya iba siendo hora de incrementar ese mini listado. Vamos a por esta maravilla.
Ingredientes
- 5 zanahorias medianas
- 100 gramos de queso feta
- Unas hojas de tomillo
- Comino en grano
- 1 cucharadita (tsp) de miel
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Pelamos y troceamos las zanahorias y las ponemos a hervir, dejándolas solo unos pocos minutos de manera que no lleguen a estar totalmente blandas por la cocción. Escurrimos y dejamos enfriar.
- En el vaso de nuestras batidora mezclamos la zanahoria con el resto de ingredientes y trituramos hasta obtener nuestra pasta, añadiendo más o menos aceite de oliva según nos guste la textura más o menos espesa o con más o menos grumos .
- Ponemos en un bol y como os comentaba, la manera en la que más me gusta tomarlas es con patatas fritas, pero ya sabéis, panecillos, galletas saladas, pan tostado… hay muchas opciones. Cuestión de gusto.
El viernes, de nuevo con vosotros.
Gloria y Natalia.