Lo sé, el nombre de este sandwich se las trae, pero qué le vamos a hacer, si una de las claves de este blog es hacer del sandwich un producto gourmet y ofreceros combinaciones interesantes, cuando la que os sugerimos es algo rebuscada, no hay que disimular. De manera que lo que leéis es lo que vais a preparar este fin de semana. Porque estoy segura de que tras leer la receta vais a ir a comprar sus ingredientes (si es que no los tenéis ya en casa) y a elaborarlo.

Dificultad ninguna. Es un sandwich que consta de dos partes: una salsa deliciosa, que al igual que la crema de cilantro que publicamos hace unas semanas, podéis utilizar en otro tipo de platos no solo en sandwiches, y que haremos con unos ingredientes que no tienen misterio: aguacate (sí, ya sabéis que nuestro amor por esta fruta no conoce límites) y canónigos. La segunda parte, el relleno en sí, a base de batata. ¡Cómo nos gusta la batata en este blog! y además la manera en que la vamos a preparar, glaseada, seguro que no la habéis probado antes. ¿Cómo la glasearemos? Con sirope de arce.

Vale, bien, ahora es cuando me miráis con cara extraña frunciendo el ceño con expresión de total incredulidad. Admitido. Reconozco que no es algo que hagamos todos los días pero insisto: ¿no se trata en este blog de proponer ideas diferentes? Pues creedme que lo que vais a preparar está para chuparse los dedos. Y que conste que entiendo que conforme estáis leyendo os convirtáis momentáneamente en fieles discípulos de Santo Tomás y que no os lo creáis hasta que no lo veáis… pues ya sabéis, coged el delantal y poneos no solo a verlo, sino a hacerlo y obviamente, a probarlo.

Ingredientes:

• Pan blanco. Yo he utilizado un pan con semillas de amapola de Pancontigo.
• Batata
• Sirope de arce
• Medio aguacate grande
• Un puñado de canónigos
• Una cucharada (tbsp) de zumo de limón
• Un chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra
• Pipas de calabaza (opcional)

Elaboración

1. Comenzamos elaborando la salsa: en el vaso de nuestra batidora de mano mezclamos el medio aguacate a trocitos, con los canónigos, el AOVE y el zumo de limón. Trituramos hasta obtener una textura cremosa y ligera.
2. Pelamos y troceamos la batata en pedazos no muy grandes. La ponemos troceada en un bol y le añadimos unas tres o cuatro cucharadas de sirope de arce. Removemos bien hasta que todos los trozos estén cubiertos.
3. Precalentamos el horno a 200ºC
4. Colocamos la batata sobre la bandeja del horno previamente forrada de papel de aluminio y horneamos unos 15 minutos o menos, dando una vuelta a la batata a mitad del tiempo, hasta que los trozos estén blanditos.
5. Con la batata lista, la dejamos enfriar y la trituramos con un tenedor.
6. Untamos nuestras dos rebanadas de pan con la salsa, ponemos sobre una de ellas una buena cantidad de batata glaseada, esparcimos unas pipas de calabaza por encima para darle un toque crujiente y cubrimos con la otra rebanada.

Las fotos no hacen justicia a la maravilla que es este sandwich. Una combinación de sabores increíble ante la que no admito «caras raras» ;).

Buen fin de semana y hasta el próximo lunes.

Gloria.