Buenos días. Sobre todo para aquellos que disfruten del calor, que no es mi caso (Gloria al teclado como cada viernes). Por estos lares ya pasamos de los treinta grados con alegría, y para mi desesperación la próxima semana al parecer alcanzaremos los treinta y seis, con lo cual mi cara de felicidad como os imaginaréis es total y absoluta. Pues bien, dado que me toca empezar a despotricar de las temperaturas hasta octubre, ya puestos vamos a aumentar nuestra sensación térmica de manera artificial. Que no decaiga. Vamos a poner el horno.

Sí, el horno. Si fuera las calles de aquí a unos días van a ser justo eso, hagamos que dentro de casa todo esté casi a la misma temperatura. Abramos ventanas y encendamos el horno, eso sí, unos veinte minutos, no más, el justo para que nuestra calabaza reblandezca.

¡Ah, es verdad!, no os he dicho de qué va el sandwich de hoy. Se trata de un sandwich de los mismos colores que el que os trajimos de batata glaseada y aguacate (recordad: #nosinmiaguacate) hace unos días, pero con otros ingredientes. Utilizaremos la crema de cilantro que tanto os gustó cuando la publicamos, y unos trocitos de calabaza, porque no sólo hay que utilizarla en Halloween.

Ingredientes

• Dos rebanadas de pan a nuestra elección
• 250 gramos de calabaza pelada y cortada en dados pequeños
• Crema de cilantro
• Mezcla de hierbas al gusto
• Sal y pimienta
• Un chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra
• Un puñado de canónigos

Elaboración

1. Forramos una bandeja de horno con papel de aluminio y sobre ella ponemos la calabaza en dados. La rociamos con un chorrito de AOVE, espolvoreamos las hierbas que hayamos escogido y removemos hasta que la calabaza esté bien cubierta por el aceite.
2. Con el horno precalentado a 180ºC, horneamos unos 15-20 minutos hasta que la calabaza esté tierna. Sacamos y pasamos a un plato dejando que enfríe.
3. Cuando haya enfriado, la trituramos con un tenedor hasta obtener una textura de pasta con tropezones.
4. Untamos las dos rebanadas de pan con una buena capa de crema de cilantro.
5. Sobre una de las mitades ponemos los canónigos y sobre ellos la pasta de calabaza. Tapamos el sandwich con la rebanada restante.

Como veis, una vez más os traemos un sandwich sin dificultad alguna y lleno de propiedades y sabor. Espero que os haya gustado y que probéis a hacerlo  pronto.

Buen fin de semana y hasta el lunes.

Gloria.