Si os gusta el cocido madrileño, la fabada asturiana, las lentejas con verduras, los guisantes con jamón y así un largo listado de combinaciones, estáis de suerte. Este año por si aún no lo sabíais es el año internacional de las legumbres para la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y por lo que respecta a nosotras y a este blog, vamos a tomárnoslo en serio.

Sé que la mayoría de vosotros, querida audiencia que nos lee ávidamente cada semana (y que no me entere de lo contrario), no estáis acostumbrados a escuchar frases como: “me apetece un sandwich de lentejas”, o “para comer tengo hoy un sandwich de judías digno de NOMA”, algo que va a cambiar a partir de hoy.

Si nadie hace sandwiches con legumbres es porque jamás ha pensado en ello, ya que los rellenos que nos proporcionan todas y cada una de ellas, acompañadas con diferentes aliños e ingredientes son realmente irresistibles y convierten a un sandwich en una auténtica comida con propiedades de lo más saludables.

Mi propuesta para inaugurar la categoría de legumbres en el blog es la que habéis visto en la portada, un sandwich de garbanzos con aguacate y brotes digno de figurar en la carta de cualquier restaurante “50 Best” (por pedir, que no quede) y que vi en una página sobre restaurantes y gastronomía en Vancouver a la que accedí vía, cómo no, Pinterest.

Qué os puedo contar de los garbanzos que no sepáis. Son un buen aporte de fibra. Además cuentan con una gran riqueza en almidón y lípidos, sobre todo en ácido oleico y linoleico. El garbanzo también es rico en proteínas, que si bien es cierto que no incluyen todos los aminoácidos esenciales pueden conseguirse al acompañar los garbanzos con carnes, pescados… o pan.

Pan. ¿Veis? Cuando se trata del mundo del sandwich todo es posible. Hasta uno de garbanzos, como el que vamos a preparar ahora mismo.

Ingredientes

• 1 bote de garbanzos cocidos
• 2 cucharadas de mayonesa
• 1 cucharada de mostaza de Dijon
• Ralladura de un limón
• Un puñadito de alcaparras picadas
• Un cuarto de una cebolla roja picada
• Rúcula
• Medio aguacate
• Brotes (opcionales)
• Dos rodajas de pan. Os valdría estupendamente para este sandwich el pan de cada día que preparó Natalia en su primera entrada.

Elaboración

1. En un bol trituramos con el tenedor los garbanzos previamente lavados bajo un chorro de agua fría y bien escurridos. La idea es obtener una pasta gruesa, con tropezones.
2. Añadir la mayonesa, mostaza, la ralladura de limón, las alcaparras picadas, sal y pimienta y mezclar bien hasta obtener una pasta.
3. Untamos una de las rebanadas de pan con un poco de mayonesa, ponemos un puñado de rúcula encima, después un buen par de cucharadas de nuestra pasta de garbanzos, el aguacate cortado en laminas gruesas y para decorar unos brotes a vuestra elección.
4. Tapamos o no con otra rebanada de pan. En mi caso ya sabéis, como os dije en la entrada del sandwich de gambas o smørrebrød, que me encantan los sandwiches abiertos, pero la opción es vuestra.

Hacedlo pronto y contadnos. Insisto, habrá varios sandwiches con legumbres a lo largo de este año, id probando y ajustándolos a vuestras preferencias, os aseguro que os van a sorprender.

Buen fin de semana.

Gloria.