Buenos días. Como cada miércoles alterno, en el blog del sandwich hoy hay entrada extra. Y lleva huevo. Mejor dicho, el huevo es la estrella del sandwich.  Creo que si un buen día me levantara diciendo que me he convertido en vegetariana, sería ovo vegetariana, ya que las mil y una maneras en las que se puede preparar un huevo hacen que sea un básico del que no puedo prescindir en mi dieta.

Frito, duro, pasado por agua, escalfado, mollet… y en cada una de estar versiones, las combinaciones con otros ingredientes hacen que aquella receta en la que aparece multiplique sus propiedades. Es cierto que no aportan fibra ni carbohidratos, pero su proteína en cambio es la de más alto valor biológico. Y entre todas las vitaminas que contiene, es una gran fuente de B-12.

Durante muchos años el consumo de huevos estuvo restringido en dietas para tratar y prevenir la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares, limitando su ingesta a 2 ó 3 unidades como máximo por semana. Actualmente, tras diferentes estudios científicos realizados, se ha comprobado por suerte que lo que incide negativamente sobre el colesterol es la relación entre el consumo de grasas saturadas sobre las insaturadas. Y así, la ingesta de un huevo por día,  si se goza de un buen estado de salud, no tiene ningún efecto sobre el colesterol sanguíneo, siempre dentro del contexto de dieta sana y equilibrada, más el consabido ejercicio diario.

De modo que como parto de la base de que estamos todos como una rosa y que incluso aquellos que tengan algún problemilla con el colesterol siguen tomando huevo de vez en cuando, vamos a preparar un sandwich digno de ponernos a Natalia y a mí una granja avícola a nuestro nombre ;).

Ingredientes (para 1 sandwich)

• 1 huevo L cocido duro, frío y pelado (obviamente, pero por si acaso 😉 )
• 3 cucharadas (tbsp) de queso en crema Philadelphia a temperatura ambiente
• 3 cucharadas (tbsp) de mayonesa
• ½  cucharada (tbsp) de zumo de limón
• ½ cucharada (tbsp) de mostaza de Dijon Maille
• ½ cucharada (tbsp) de azúcar
• ¼ cucharadita (tsp) de pimienta negra
• ½ cucharadita (tsp) de paprika
• 1 trocito de pepinillo en vinagre muy picado
• 1 cucharada (tbsp) de cebolla morada muy picada
• Una pizca de sal
• Dos rebanadas de pan (en esta ocasión he utilizado Bimbo especial tostadas)

 Elaboración

1. En un bol y con un tenedor, triturar el huevo duro hasta obtener trocitos uniformes.
2. En otro bol, mezclar el queso en crema, la mayonesa, el zumo del limón, la mostaza, el azúcar, sal, pimienta y paprika.
3. Con unas varillas mezclar todos los ingredientes hasta integrarlos bien.
4. Añadir el huevo picado a la mezcla de queso, añadir el pepinillo picado y la cebolla y mezclar con cuidado.
5. Sobre una de las rebanadas de pan ponemos el contenido de nuestro bol y tapamos con la otra.

Ya veis que se trata de una receta sin complicaciones pero que transforma el típico sandwich de mayonesa y huevo en otra historia. Y todo con ingredientes que tenemos seguro en nuestras neveras.

Probadlo, hacedle fotos y etiquetadnos en Instagram o en Facebook. Sabéis que nos encanta ver que preparáis nuestras recetas.

El viernes, más…y mejor 😉

Gloria y Natalia.