Viernes. Mitad de septiembre, y gracias a la maravilla de la programación de entradas estáis leyendo estas líneas mientras yo estoy en pleno proceso de coge avión, aterriza, coge otro avión. Traducción: vacaciones. Por fin.
Hoy os traigo un sandwich cuya combinación de ingredientes personalmente me gusta mucho. El combinar queso con frutas es una de mis pasiones, por el juego que dan tanto los distintos tipos de queso, como la variedad de fruta que aún tenemos disponible en nuestros mercados. Es cierto que el verano es una época única para disfrutar de ellas, y que durante el otoño y el invierno todo ese despliegue frutero se reduce, pero no por ello dejamos de tener piezas súper interesantes con las que combinar un buen queso.
Junto a los dos ingredientes anteriores, el jamón. No hablo de nuestro jamón ibérico, con el que este sandwich por supuesto estaría exquisito también, sino del prosciutto, ese jamón que se elabora a partir de la pata de un cerdo o de un jabalí y que siempre se corta en lonchas muy finas. Se suele servir como entrante (antipasto) envuelto en grissinis o con melón cantaloupe. También lo encontramos como acompañamiento en platos de pasta, con verduras, en envoltura para filetes o sobre pizzas. Su sabor es mucho más suave que el de nuestro ibérico, por eso en este sandwich funciona estupendamente, al no anular el sabor del queso de cabra sino complementándolo a la perfección.
Ingredientes
- Queso de cabra
- Lonchas de prosciutto
- Media pera
- 2 cucharaditas (tsps) de sirope de arce
- 1 rebanada de pan (en este caso Bimbo especial Tostadas)
Elaboración
- Rociamos nuestra rebanada con una cucharadita de sirope de arce.
- Untamos con un poquito de queso de cabra triturado previamente con tenedor.
- Sobre el queso colocamos nuestras lonchas de prosciutto, láminas de pera y el sirope de arce.
No hay más secreto. Cogemos cuchillo y tenedor y disfrutamos de esta maravilla de sandwich abierto.
Que tengáis un buen fin de semana. Nos vemos el lunes próximo, no os perdáis lo que Natalia tiene preparado.
Gloria.