La combinación de carne y fruta siempre me ha gustado en la cocina. Ciervo con peras rellenas de gorgonzola y salsa de frambuesa, cerdo con ciruelas, pavo con salsa de mango, pollo con uvas… Las posibilidades son muchas y todo es cuestión de jugar con vuestro sentido del gusto a la hora de probar en casa.

Cuando pensé en un sándwich con carne, el pollo fue de inmediato mi primera opción. Una carne blanca, de sabor suave, relativamente baja en grasas y que da juego casi con cualquier ingrediente. Hasta aquí todo normal. Sandwich de pollo.

Pero vosotros, querido público, no os merecéis una receta tan básica pese a que así la hayamos preparado en decenas de ocasiones en nuestra vida universitaria, de soltería, o de “Rodríguez”, acompañando al pollo con poco más que mostaza, o tomate y lechuga.

Ya sabéis que el objetivo de este blog es mostraros combinaciones que conviertan al sándwich en algo interesante, diferente, que atraiga y llame la atención, de manera que publicar un simple sándwich de pollo, obviamente era algo que no entraba en mis planes.

De ahí que me pusiera manos a la obra con el acompañamiento. Quería que el sándwich crujiera sin que el crujiente lo pusiera el típico empanado, que al morder hubiera diferentes sabores, y que se tomase en frío. Que teniendo en la nevera pechuga hecha a la plancha pudiéramos elaborarlo en nada de tiempo. Y este es el resultado:

Ingredientes:

• 2 rebanadas del pan que más nos guste. Yo utilicé uno de mis favoritos de Pancontigo, mezcla de trigo y centeno.
• Pechuga de pollo a la plancha.
• Una manzana Granny Smith (para mí no existe otra manzana en el mundo).
• Rabanitos
• Un yogur griego
• Cebolla roja
• Cilantro (sí, con el cilantro me ocurre como con el aguacate. Lo veréis en muchas recetas y acabaréis rendidos a él).
• Una cucharadita de pasta de ajo o un diente de ajo muy picado
• Sal y pimienta
• Aceite de Oliva Virgen Extra

Elaboración

1. Troceamos la manzana, los rabanitos y la cebolla roja en pedazos pequeños. ¿La cantidad de cebolla? Al gusto. Como si queréis prescindir de ella. A mi me gusta mucho, y además la roja es más suave. Ponemos nuestros ingredientes picados en un bol.
2. En otro, mezclamos el yogur griego con la pasta de ajo o el ajo picado y el cilantro. Vertemos sobre el contenido del punto anterior, salpimentamos y listo.
3. Sobre una rebanada de pan ponemos un hilito de AOVE, las pechugas que ya tendremos listas hechas a la plancha, y sobre ellas un par de cucharadas bien colmadas de nuestro acompañamiento.
4. Cerramos con la otra rebanada y…¡a morder!

Buen fin de semana y el lunes os esperamos de nuevo.

Gloria.