Entrada extra hoy miércoles para celebrar que estoy de vacaciones. De hecho mientras me leéis estoy metida (Gloria al teclado) en un avión saliendo de España a un lugar donde las temperaturas me van a dar un respiro durante cinco días, hasta el domingo que será cuando vuelva.
Y mientras yo huyo hacia pastos más frescos, sé que una gran parte de quienes me leen están en la playa o pasando gran parte de sus días en la piscina, disfrutando del verano en todo su esplendor y con todo su colorido, porque si algo tiene el verano, es justo eso, color. Y para no desentonar, el sandwich de hoy podemos definirlo como de lo más veraniego. Vamos a verlo antes de que aterrice.
Ingredientes
- 2 rebanadas de pan (en este caso he utilizado Orowheat de 12 cereales y semillas)
- Queso ricotta
- Media remolacha cocida
- 1 zanahoria pequeña
- 1 cucharada (tbsp.) de miel
- Media cucharadita (tsp) de agua
- Pistachos picados
Elaboración
- En un cuenco diluímos la miel con la media cucharadita de agua removiendo bien.
- Pelamos la zanahoria y la cortamos en rodajas finas y las ponemos en el cuenco con la miel removiendo bien para que queden impregnadas.
- Cortamos la remolacha en rodajas finas y las partimos a la mitad.
- Untamos las dos rebanadas de pan con queso ricotta.
- Sobre una de las rebanadas ponemos en una mitad la remolacha y al lado las zanahorias bañadas en la miel.
- Espolvoreamos con pistachos picados.
- Tapamos con la otra rebanada de pan.
Como véis se trata de un sandwich lleno de colorido y de propiedades, ya que tanto la remolacha como la zanahoria son fuente de vitaminas y además, para quienes aguanten al sol y no adquieran un “tono gamba” como nosotras, ayudan a broncearse.
Volvemos el viernes, con un sandwich no apto para dietas.
Gloria y Natalia.
Muy veraniego, si señoras, con la zanahoria y la remolacha que le dan un color tan alegre!!! Me ha encantado chicas!
Besossss
¡Muchísimas gracias Bea!