Hacía tiempo que no preparaba un sandwich que tuviera pescado, y como no está el tiempo para hornos, cocciones o planchas, y mi cerebro está a punto de llegar a un estado de fusión por las altas temperaturas, sólo pienso en platos, comidas, y por supuesto en sandwiches fríos, que no necesiten ninguna fuente de calor para prepararse.
Mis opciones eran o bien pescado en lata o ahumados. Y como en este blog ambas cosas nos gustan mucho y no podía decidirme, lo hizo mi perro, Rambo. No, no pongáis cara de pánico, cogí en una mano una lata de anchoas y en la otra un recipiente con salmón ahumado. Aquello a lo que primero hiciera ademán de acercarse sería el pescado a utilizar en el sandwich. Ni mano inocente ni historias. Y su primer paso fue en dirección al salmón, de manera que aquí estamos, con un clásico de lo más sencillo para estos días en los que lo último que necesitamos es complicarnos la vida en la cocina.
Ingredientes
- Un bollo de pan (este es de semillas y de PanContigo)
- Unas ruedas de pepino
- Unas lonchas de salmón ahumado
- Requesón Pastoret
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Sésamo negro para decorar
Elaboración
- Cortamos nuestro bollo de pan por la mitad. Sobre una de las mitades ponemos una capa de requesón y sobre la otra un hilo de aceite de oliva.
- Sobre el requesón, colocamos nuestro salmón, por encima le ponemos las ruedas de pepino finitas, espolvoreamos con el sésamo negro y tapamos con la rebanada untada con el poquito de aceite.
Visto este sandwich y a estas alturas de blog, no os consentimos que digáis que preparar un sandwich delicioso es algo complicado, difícil o laborioso (¿eso ha sido una rima? definitivamente el cerebro se me está derritiendo), solo se necesita tener ganas de variar. Del resto, nos encargamos nosotras, sólo tenéis que dirigiros an nuestro índice.
Feliz fin de semana.
Gloria.