Viernes, y esta semana en el blog no han habido sandwiches. Y es que no sólo de ellos se nutre este blog. Ya sabéis que la fanática de los panes del dúo 2 Bread Slices es Natalia. Yo sigo sin verle ese punto de relajación o de fascinación que a muchos os provoca el hacer pan en casa. Qué vamos a hacerle, nadie es perfecto. No veréis en este blog muchos panes elaborados por mí, y en todo caso, cuando publique alguno, como los que habéis visto hasta ahora, serán recetas fáciles y siempre con la ayuda inestimable del gancho amasador de la Kitchen Aid.
En cambio me gusta hacer salsas, untables (aunque no me guste, no me queda otra por ahora que aceptar este término como traducción al español de spreads), acompañamientos para los sandwiches y que con un mínimo de imaginación podemos utilizar para otras muchas recetas.
Y hoy vamos a preparar un “untable”, en concreto de calabacín. Una receta que vi en Food 52, donde se referían a ella como “mantequilla de calabacín” y que preparo muy a menudo ya que como os comentaba no sólo es perfecta para un sandwich, sino también para tomar sobre una sencilla rebanada de pan tostado o como acompañamiento de un pescado o carne blanca.
Ingredientes
(para obtener unos 350 gramos)
- 4 calabacines grandes
- 2 cebollas medianas
- 2 dientes de ajo (opcionales)
- Aceite de Oliva Virgen Extra (unos 60 ml) o mantequilla (unos 80 gramos). Obviamente yo opté por el AOVE. Sigo sin ver la cocina con mantequilla…
- Sal y pimienta
Elaboración
- Lavamos bien los calabacines y sin pelarlos, los rallamos con la parte más gruesa de nuestro rallador (haced una inversión decente y compraos un Microplane, tendréis ralladores de por vida).
- Dejamos escurrir los calabacines rallados en un colador fino unos cinco minutos, mientras preparamos la cebolla (y el ajo en caso de que lo pongáis).
- En una sartén de paredes altas calentamos el aceite o la mantequilla. Salteamos la cebolla (y el ajo si lo queremos) que previamente habremos picado en rodajas muy finitas.
- Cuando la cebolla esté ligeramente dorada, añadiremos los calabacines bien escurridos (si hace falta escurrimos bien con la ayuda de un paño, hay que eliminar cuanta más agua mejor) y salpimentaremos.
- Cocinamos todo a fuego medio hasta que nuestros ingredientes estén bien reblandecidos y tengan la textura de “untable” que buscamos.
No queremos que se nos peguen, ni que se nos tuesten. Queremos que los calabacines estén bien hechos pero que a la vez mantengan su color verde. Si el proceso está bien hecho, lo tendrán y acabarán convirtiéndose en una “mantequilla” deliciosa.
La guardaremos en tarros de cristal y dejaremos enfriar antes de meterla en la nevera, donde nos aguantará bastante bien una semana, si es que os dura todo ese tiempo.
Disfrutad del fin de semana.
Gloria.
Qué ricos estos patés vegetales. El aceite y la mantequilla tienen cada uno su gracia, especialmente en los untables, con mantequilla y fríos de la nevera tienen más cuerpo que los de AOVE que tienen ellos la ventaja de ser aptos para veganos!
Besos y feliz fin de semana,
Palmira
Muy buena y fácil de hacer, se le podría agregar queso parmesano?
Hola Rafael, sí, podrías añadírselo. Le restaría sabor al calabacín y la cebolla pero claro que podrías. Prueba y cuéntanos. Gracias!
Hola, gracias.. Pensaba en untarlo, ponerle el queso y gratinarlo un poco, lo hago y te digo…
Estupendo, ya nos cuentas!
Facil y muy rica