A nadie le amarga un dulce ¿verdad? A nosotras, obviamente, tampoco. Me remito a nuestros respectivos blogs para que comprobéis que el dulce siempre está presente en nuestras vidas.

Por ello, hoy viernes os propongo un sandwich abierto dulce y no muy calórico, que ya habrá tiempo para ello ahora que se nos vienen encima las fiestas donde se consumen más kilos de azúcar por día de todo el año. En realidad quise preparar este sandwich con arándanos, pero sigo sin encontrarlos españoles y de calidad, todo lo que encuentro en Badayork viene de Perú y, que me perdonen nuestros lectores de ese país, pero no tienen nada que ver con los que producimos aquí dentro. Así que a falta de arándanos, buenas son las frambuesas, estas sí, de origen nacional y bien ricas.

Hablando de Navidad…¿sois conscientes de que justo en un mes y 20 días, es decir, un suspiro, estaremos ya en el primer día-D de las fiestas? Lo peor no es eso, lo peor es que si sólo celebráramos 24, 31 y 6 todo sería estupendo. Lo terrible de estas fechas es que empiezan las celebraciones el 22 y acaban el 6. Casi a diario se tiene alguna salida para “celebrar”, y claro, así luego vienen los lamentos del día 7.

Pero volvamos al día de hoy, 4 de noviembre, y a nuestro sandwich dulce, que comparte con las navidades dos colores, el blanco de la nieve (para aquellos que la veáis) y el rojo.

Ingredientes

• Una rebanada de pan a nuestra elección
• Requeson (en este caso Pastoret)
• Frambuesas (unas 12 por rebanada de pan)
• Miel

Elaboración

1. Sobre nuestra rebanada de pan extendemos dos buenas cucharadas de requesón.
2. Trituramos con un tenedor nuestras frambuesas sobre un plato y las colocamos sobre el requesón.
3. Ponemos una cucharada de miel sobre la fruta y el queso y…¡listo!

Sandwich abierto y dulce estupendo para merendar. Buen fin de semana. Más y mejor, el lunes.

Gloria.