A la hora de preparar los sandwiches para este blog Natalia y yo tenemos múltiples fuentes de inspiración: nuestras propias combinaciones, aquellos que vemos en libros específicos que hemos ido comprando, nuestro adorado Pinterest, otras webs en su mayoría extranjeras y a veces, como en el caso de hoy, «sugerencias del seguidor».
Hace unas semanas, hablando con una amiga me comentaba que apenas utilizábamos fiambres en nuestros sandwiches, tuve que refrescarle la memoria tirando del índice del blog en el móvil y como el caso era incidir en tema fiambre, no contenta con lo que le iba leyendo (sandwich caramelizado de jamón y queso, sandwich de pavo y mayonesa de arándanos, o el fantástico sandwich de pavo, aguacate y queso de cabra) me pone un ejemplo: la mortadela. Y en efecto, sandwiches con mortadela, brillaban por su ausencia en el blog. Hasta hoy, donde vamos raudas a poner fin a esa falta tan terrible.
Ingredientes
- Dos rebanadas de pan (Oroweat Pipas en este caso)
- Dos cucharadas (tbsps) de mayonesa
- Un puñado de hojas de rúcula
- Unas lonchas de mortadela cortadas finamente
- Unas rodajas de pepinillos agridulces
Elaboración
- Untamos nuestras rebanadas con mayonesa.
- Sobre una de ellas colocamos las hojas de rúcula.
- Encima de la rúcula unas cinco o seis lonchas de mortadela.
- Sobre la mortadela, unas rodajas de pepinillos, más o menos según nos guste de fuerte el sandwich.
- Tapamos con la rebanada restante.
Os aseguro que es un sandwich de los que enganchan, súper sencillo y con el toque de los encurtidos que podemos «graduar» según nos guste.
Volvemos el lunes. No os vayáis muy lejos.
Gloria.