Ha llegado el día. Natalia y yo nos tomamos vacaciones sandwicheras durante el mes de agosto. Ello no significa que no vayáis a sufrirnos. Lo sentimos pero seguiremos estando activas en nuestras redes, principalmente en Instagram. Y es que toca dedicarse en cuerpo y alma a producir. Sí, querida audiencia, nosotras hacemos vacaciones blogueras para cocinar. Y es que septiembre, ese gran mes en el que en teoría acaba el verano, en el que con un poco de suerte a finales del mismo podemos llevar media manga, es el mes en el que las dos rebanadas empezamos nuestras vacaciones reales, por ello todo debe estar listo y programado para que el curso bloguero empiece con fuerza aunque nosotras estemos volando quien sabe a qué destinos.
Y para terminar el mes de julio y la temporada bloguera os traemos un sandwich en verde de esos que se preparan en un abrir y cerrar de ojos y que sienta bien a cualquier hora, incluso en el desayuno.
Ingredientes
- Dos rebanadas de pan (en este caso Bimbo estilo artesano)
- Pesto (ni que decir tiene que casero. En esta ocasión, el clásico con piñones y albahaca)
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Un puñado de rúcula
- Una bola de mozzarella a rodajas
- Tomates cherry
Elaboración
- Sobre una de las rebanadas ponemos una buena capa de nuestro pesto.
- Sobre la rebanada restante, un chorrito de aceite de oliva, el puñado de rúcula, un par de rodajas de mozzarella (o más según prefiráis), y los tomates cortados también en rodajas.
- Tapamos con la rebanada untada de pesto.
Podéis dejarlo hecho con antelación y envuelto en film en la nevera y es que aunque cuando mejor está es recién hecho, aguanta perfectamente de un día para otro en frío sin perder su «toque».
Ya sabéis volvemos en septiembre con más sandwiches, panes, crackers, untables y salsas con las que convertir vuestros sandwiches en pequeñas obras de arte.
Feliz verano. Nos vemos en Instagram.
Gloria y Natalia.