Hay dos colores infalibles en la cocina, el verde y el rojo. Y en el caso de Natalia y de aquí la que os escribe, el naranja. Hoy no vamos a torturaros con batata o calabaza, no, hoy toca doble sesión de verde. Calabacín y albahaca. Un untable que da mucho juego y que solo lleva cosas ricas y con mucho sabor. Y encima es blandito, ideal para estos días en los que el dentista ha pasado a ser uno de mis mejores amigos (ay Dios!!!).

El calabacín, ese alimento apenas calórico y sin embargo lleno de oligoelementos y minerales. Compuesto en su mayoría por agua, es saciante y le va de perlas a nuestras pieles de Cleopatra… Conviene tomarlo sin pelar y a ser posible crudo, justo como vamos a hacer en la receta de hoy. Vamos a mezclarlo con un puñado de hojas de albahaca, esa hierba aromática que fue considerada durante muchos años como venenosa, que algunas leyendas africanas consideraban que protegía de los escorpiones, que en la antigua Grecia era sinónimo de desgracia y pobreza pero que para algunas culturas caribeñas es una planta que ahuyenta los malos espíritus y atraen las corrientes positivas de los espíritus de luz.

Oh my God. Vamos a preparar un plato místico y yo sin saberlo.

Calabacín y albahaca…¿y algo más? Pues sí. Algo había que utilizar para convertir la mezcla de estos dos ingredientes en un untable y ese tercer ingrediente es el queso mascarpone. Dadme queso, de cualquier tipo, color y tamaño. Todos me gustan. A rabiar. Y como en redes veo muy pocas recetas donde el mascarpone se utilice en platos salados, es hora de verlo en «otras lides». Vamos a por nuestra receta de hoy.

Ingredientes

• Un calabacín mediano
• Un puñado de hojas de albahaca
• 2 cucharadas (tbsp) de queso mascarpone
• 15 gramos de nueces picadas
• 1 cucharada (tbsp) de aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta

Elaboración

1. Limpiamos el calabacín muy bien y lo rallamos. Dejamos escurrir en un colador hasta que eliminemos toda la cantidad de agua que podamos.
2. En el vaso de la batidora ponemos todos los ingredientes y trituramos hasta obtener una consistencia que nos guste.
3. Servimos con escamas de chili o con hojas de albahaca.

Como siempre os decimos, probad a hacer la receta y contadnos. Sabemos de sobra que el éxito está asegurado, pero nos gusta leeros 😉

El viernes, más y por supuesto, mejor.

Gloria y Natalia.